por Materia Bariónica

Según el paradigma de la institucionalización de Huntington, las instituciones solucionan el problema de mantener un orden político en sociedades crecientemente complejas y heterogéneas. La comunidad política implica una unión de individuos y grupos basada en: 1) consensus juris (acuerdo común sobre la ley y el derecho), 2) utilitatis communio (deseo de participar de beneficios mutuos) y 3) creación de instituciones políticas que reflejen el consenso moral y el interés mutuo. Gracias a las instituciones, la comunidad puede afianzar un consenso básico de convivencia. El autor define la comunidad como la institucionalización de la confianza, siendo la función de las autoridades públicas, acrecentar la confianza en el conjunto social. Así, se puede igualar el interés público al interés de las instituciones públicas. El orden político depende de la institucionalización, definida como “el proceso por el cual adquiere valor y estabilidad, las organizaciones y procedimientos”.

Las dimensiones de la institucionalización son: I) adaptabilidad: capacidad de las instituciones para adaptarse a diferentes contextos. Huntington mide la adaptabilidad de tres formas: a) cronológica: según tiempo de antigüedad de la organización/procedimiento, b) generacional: según cantidad de cuadros y líderes políticos, c) funcional: según los cambios de las funciones principales originales y su capacidad de renovación por otras funciones nuevas (implica que la organización triunfa sobre los fines que la originaron). II) complejidad: entendida como multiplicación de subunidades organizativas o como diferenciación en el tipo de subunidades. En un sistema político, la complejidad se relaciona con varias instituciones políticas diferentes, con muchos objetivos. III) autonomía: medida en que los valores e intereses de los sistemas políticos existen con independencia de otros grupos sociales o sus intereses/valores. IV) coherencia: grado de consenso en los límites funcionales del grupo y en los procedimientos para resolver conflictos al interior del sistema; y con capaz de extenderse hacia todos quienes desarrollan una actividad en el sistema.

Para Huntington, la estabilidad de un sistema político se define por sus niveles de institucionalización y por el grado de participación política. A mayor grado de participación política, debe aumentar el grado de institucionalización (el crecimiento de las dimensiones mencionadas) para mantener la estabilidad del sistema político. En base a estos elementos, el autor define dos sistemas políticos: I) pretorianos: tienen bajos niveles de institucionalización y elevados niveles de participación. II) cívicos: alto grado de institucionalización y bajos de participación. De esta definición inicial, crea una tipología de seis clases de sistemas políticos donde combina la clasificación de sociedades según su nivel de participación política y su relación entre institucionalización y participación.

El trabajo de Munck está basado en la siguiente hipótesis: los países de América Latina experimentaron una coyuntura crítica común –la transición de una política oligárquica a una basada en masas– mientras que las diferentes modalidades de transición a una política de masas –determinadas por el poder económico y político de las viejas elites– generaron distintos legados –orden político estable/inestable y régimen político democrático/no democrático– que afectaron los resultados de régimen en forma sistemática. Diferentes modalidades de transición afectaron a los clivajes movilizados y a la capacidad de actores generados para manejar conflictos políticos, lo que determinó que regímenes sean democráticos y estables.

Las cuatro modalidades de transición que identifica Munck son:

I) Política de clases: viejas elites políticamente fuertes pero económicamente débiles, identificadas con el Estado y nuevo actor de masas con orientación clasista. La dinámica del proceso de transición: ante la falta desafío electoral y la necesidad del Estado para defender sus intereses económicos, elites no buscarán incorporar a masas al sistema político y masas se movilizarán como actor de clase. En su versión extrema esta modalidad no es democrática ni estable, en la medida que se completa transición, va surgiendo una democracia conservadora estable. II) Política de Estado: viejas elites no tienen poder económico ni político y masas se identifican con Estado. Dinámica: vieja elite desaparece y nuevo grupo social ocupa el lugar del Estado, replicando los clivajes sociales al interior del Estado. En su versión extrema es autoritario y estable, en la medida que transición se completa surge democracia estatista estable. III) Política de elites: elites con alto poder económico y político, el clivaje dominante se da al interior de actores de la elite, las masas se identifican con viejas elites. En su versión extrema es oligárquico y estable, en la medida que transición se completa puede emerger democracia liberal y estable. IV) Política de masas: las viejas elites son fuertes económicamente pero débiles políticamente, las masas se organizan de forma autónoma en la sociedad civil, para luego incorporarse al Estado. En su versión extrema no es democrático ni estable, en la medida que se completa transición, puede resultar en democracia populista y estable.

Mientras que, para Huntington, la estabilidad política tiene relación con el equilibrio entre la institucionalización y la participación, para Munck la estabilidad del régimen depende de la correspondencia entre el poder económico y político de las elites. Aunque la irrupción de las masas en la vida política es una variable constante en todos los casos, la particularidad de cada caso está dada por el poder de las elites, lo que define los distintos legados y los distintos tipos de régimen democrático. A diferencia de Huntington, quien establece grados de participación dependiendo si participan en política las elites, clases medias o masas, Munck condiciona los grados de participación política a la relación entre los actores y recursos para completar el proceso de transición. La definición de Huntington sobre institucionalización, al ser tomada de la teoría de las organizaciones, se acerca más a la concepción de institución como reglas para la resolución de problemas de coordinación, mientras que la institucionalización en Munck es la institucionalización del conflicto, entre las viejas elites y las masas emergentes. Tanto en Huntington como en Munck, puede darse el caso de un régimen estable pero no democrático: en Huntington, la estabilidad solo depende que los grados de institucionalización sean más altos que los de participación, mientras que en Munck, al diferenciar estabilidad de democraticidad, puede darse el caso de regímenes autoritarios estables, dependiendo del equilibrio en los poderes económico y político de las elites.

Bibliografía

– Huntington, Samuel P. [1968] 1991. El Orden Político en las Sociedades en Cambio. Buenos Aires, Barcelona, México: Editorial Paidós, págs.13-40, 79-97, 131-137 y 175-180.

– Munck, Gerardo. 1998. Authoritarianism and Democratization. Soldiers and Workers in Argentina, 1976-1983. University Parks, Pennsylvania. The Pennsylvania State University Press. Caps. 1, 2 y 7.

– Munck, Gerardo. 2002. “La transición a la política de masas en América Latina.” En Araucaria, Vol.4, núm. 7, págs. 95-132.

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